Por : Álvaro Ramírez González
Termina el 202, un año demasiado convulsionado y que deja a los colombianos en altos y preocupantes niveles de polarización. En este último año mis columnas han tenido un crecimiento descomunal en el número de lectores por todo el país y muchos lugares del mundo y también en el número de respuestas y comentarios que agradezco.
Esta situación me obliga a hacerles algunas precisiones a ustedes que son la razón de ser de ese mi trabajo. En primer lugar, no las he utilizado ni las utilizaré jamás, para vender ni promocionar ninguna posición política o partidista.
En segundo término, es natural que yo asuma posiciones frente a hechos y personajes de este país, pero antes de plantear mi punto de vista, leo mucho y me documento más, para emitir un concepto tratando de ser lo más objetivo y cercano a la verdad, recibo decenas de miles de respuestas y comentarios; la verdad una muy abultada mayoría coincidiendo con el contenido de las columnas.
También centenares de respuestas que no las comparten, de eso se trata; este es un país libre y la multiplicidad de opiniones, termina enriqueciendo el debate, y también recibo algunas decenas de mensajes agresivos e insultantes de personas generalmente de esa izquierda radical y rancia, los elimino de mis contactos, no estoy interesado en trenzarme en gazaperas con nadie.
Termina el año y quiero desearles a tantos miles de lectores de estas columnas, un 2022 lleno de prosperidad al lado de sus familias, la misión de ellas es en primer lugar pedagógica, asimilar los temas y ponerlos en lenguaje al alcance de todos, generar y activar opinión, es la segunda misión de mis escritos.
Los ciudadanos de este país debemos meternos en los grandes temas nacionales, la indiferencia y la pasividad son terreno abonado para que otros tomen por nosotros las grandes decisiones. Gracias de nuevo por seguir acompañando y difundiendo estas mis columnas.
Ustedes son ya cientos de miles, mi trabajo y su apoyo han hecho ese milagro, !me siento muy honrado, feliz año!.
